Buscar en el blog

martes, 7 de junio de 2016

Que hacer cuando la intermitencia ha contaminado tu relación

Curioseando por internet, encontré el testimonio de una chica en cuya relación sentimental se había metido el 'demonio' de la intermitencia. Me impresionaron mucho específicamente las siguientes palabras:
"Así como muchas parejas se dividen las tareas de casa: Ella plancha y él hace las compras, nosotros hemos dividido las tareas de nuestra relación y en esa división a mí siempre me toca pedir perdón"
¿Qué forma de sumisión más humillante y esclavizante que esta? ¿Tú qué opinas?

Pues este era el caso de una relación intermitente: Había discusiones, peleas, malos tratos; él solía irse por un tiempo, pero ella siempre terminaba llamándolo para pedirle perdón (aunque no tuviera porque hacerlo) y para que regresaran. Cuando se reconciliaban y se producía el reencuentro, afirma ella, tenían el mejor sexo de sus vidas. Y al parecer, para ambos, esa forma que tenían de reconciliarse hacía que valiera la pena todo el sufrimiento y el peso de dicha relación.

¿Qué hacer cuando tu relación sufre de intermitencia? ¿Vale la pena luchar por una relación así? ¿Cómo puedes emanciparte para obtener la libertad y dejar de sufrir por esta situación? ¡Quédate y podrás descubrirlo!

La intermitencia se da cuando alguno de los dos decide marcharse por un tiempo o rompe con la relación, pero tiempo después regresa y ambos deciden estar juntos nuevamente; esto de forma indefinida.


¿Intermitencia en tu relación? Aprende a detectarla y cómo vencerla

Si quieres saber qué es intermitencia, puedes pensar en las decorativas luces de navidad con las que se suelen adornar los hogares y espacios públicos durante esa época del año. ¿Ves como prenden y apagan? Bueno, eso mismo puede suceder en una relación: Hoy pueden ser la pareja más amorosa, dulce y comprensiva que puedas imaginar; mañana son dos enemigos reñidos a muerte sin ningún tipo de aprecio ni consideración (Tal vez exagero, pero hoy día muchas relaciones parecen verdaderos campos de batalla). Y lo peor de todo, es que esta situación puede presentarse diariamente (o semanalmente) por tiempo indefinido.

Una relación que sufre intermitencia manifestará los siguientes síntomas:
  • La angustia de la incertidumbre, ¿Cuánto va a durar la batalla esta vez?: Puedes verlo cuando una pareja pelea y uno de los dos decide enojarse evitando hablarle al otro o yéndose de su lado indefinidamente. Como todos los seres humanos poseemos, aunque sea, una 'muy pequeña pizca' de orgullo decidimos esperar que sea el otro quien venga a pedirnos perdón o al menos, que tome la iniciativa de buscarnos para lograr una reconciliación. Y mientras ese momento 'mágico' llega, nos preguntamos ¿Cuánto tiempo va a durar esta situación? Durante la espera, puede que ambos sientan angustia y dolor, pero desde luego, uno de los dos lo vive con mayor intensidad y será peor su zozobra.
  • La agonía punzante de la espera, "Si no me busca hoy me voy a 'morir'": Sobre todo para aquellos que sufren dependencia emocional, el tiempo que pasa  mientras esperas que llegue la reconciliación se convierte en un tormento (que pareciera 'eterno'). Este periodo viene acompañado por una agonía insoportable (junto a la incertidumbre anterior), que para muchos, resulta imposible tolerar. Desesperación, impaciencia, enojo, pesimismo, son solo algunas de las agobiantes emociones negativas que hacen más difícil esta situación.
    Muchos que son incapaces de manejar inteligentemente sus emociones, recurren aquí a las amenazas como el único medio que encuentran para aliviar su tormento. Piensan que de esta manera pueden manipular a su pareja y obtener su ansiada reconciliación.
  • La repetición cíclica de las rupturas, El "¿otra vez?": Este síntoma llega justo cuando piensas: "Por fin ha terminado todo esto" y crees que por delante les espera un largo y próspero periodo de paz. Cuando empiezas a relajarte porque las cosas van bien desde la última pelea o su última ruptura, ¡zas!, aparece de la nada y sin que lo esperarás el fantasma de la intermitencia, y otra vez ocurre algo que los conduce a una fuerte discusión y en el peor de los casos, esto termina convirtiéndose nuevamente en una ruptura. Lo más terrible de esto es que muchas relaciones subsisten de esta manera, de forma indefinida, provocándose daño interminablemente.
  • La amenaza 'fiel' de la ruptura definitiva, ¿Y si esta vez me deja para siempre?: Esta quizá sea una de las formas más dañinas de incertidumbre: Pensar todo el tiempo que tu pareja te va a dejar si tienen una pelea más, o que la próxima vez que se aleje no volverá jamás. Esta amenaza latente, tiene el poder para convertirte en un esclavo de tu pareja: Cometerás el error de renunciar a ti mismo y sacrificarte, para hacer todo lo que agrade a tu pareja con tal de no poner en peligro la relación. Tú terminas humillandote y siendo un servil esclavo solo por unas migajas de 'amor'.

Analizando lo anterior, verás que cada uno de esos síntomas tiene algo en común: Causan daño a la persona que los padece. Y como ves, no dije, "causan daño a la pareja", sino "a la persona". Por que en esto de la intermitencia generalmente se presenta un patrón particular: Uno de los dos toma el rol dominante y el otro el de sometido.

Cuando tú eres el sometido

Si tu eres el que asume el rol pasivo, ten la seguridad de que a ti es a quien le está causando daño toda esta situación. Déjame decirte por qué:

  • Si tu pareja te amara con amor verdadero, no te castigaría dejando de hablarte, tampoco se iría de tu lado cuando las cosas se ponen tensas, y mucho menos rompería contigo por causa de una pelea.
  • ¿Por qué tienes que ser tú quien tome la iniciativa para lograr la reconciliación? Si a él o ella le importaras de verdad, también te buscaría para pedirte perdón y arreglar las cosas en cuanto se produzca el disgusto.
  • Si tu pareja realmente estuviera comprometido/a con vuestra relación, desde el momento en que iniciaron los problemas debería haber hecho un alto en su camino y comenzar a llevar a cabo cambios para que toda esta situación no se presente.
Por esas razones, no es él o ella quien está sufriendo con la intermitencia, ni tampoco quien se está llevando todas las consecuencias de esto: Eres tú. Tú eres quien se está despersonalizando cada día más y está sacrificando su felicidad y tranquilidad por una relación que no va hacia ningún fin de éxito.

Ármate de valor y pon fin a toda esta situación

Hay dos puntos que no son variables en la intermitencia; el primero es que puedes aprender todos los consejos habidos en miles de libros acerca de pareja, pero estos solo te van a servir a ti: Si tu pareja es dominante y se niega a reconocer que su relación está enferma, NO hay nada que se pueda hacer. El segundo punto es contundente: Una relación intermitente es una relación que padece una enfermedad dolorosa, y el único remedio eficaz para librarse de ese dolor es TERMINAR definitivamente y para siempre con la relación. 
¡Después de todo, vas a ver que ha sido de las más inteligentes y mejores decisiones que has tomado en tu vida! (Y si no es así, yo asumo la responsabilidad :-D )


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Deja aquí tus comentarios....

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...