Como cultivar la amistad para que el amor se mantenga vivo

En nuestro mundo podemos ver el tema de las relaciones reflejado por doquier: El mar que comparece fielmente ante la playa, las aves que surcan el majestuoso cielo, los peces que se señorean sobre las aguas, hasta una puerta que es esclava de la llave que la domina. Todos estos ejemplos muestran la ineludible relación que existe entre una entidad y su complemento directo.

Pues, en el plano de las relaciones humanas, la realidad no es nada diferente: Todo hombre y toda mujer, de forma natural e inherente, tiene un impulso (o necesidad) de entrar en contacto con los demás, establecer vínculos afectivos saludables y conformar relaciones.

Cuando estos lazos se fortalecen por causa de la afinidad, la empatía, el apoyo, la cooperación y el cariño, se va produciendo una relación más sólida, con una conexión más estrecha y con un vínculo más exclusivo, que tiende a dar por resultado una relación de pareja.

Sin embargo, el paso del tiempo y otros factores comienzan a mermar la calidad inicial de la relación; lo que inició siendo una armoniosa amistad y pasó a ser la unión sentimental de dos personas, acaba convirtiéndose en un campo de batalla consentido por dos enemigos.

Vamos a ver los principales motivos por los que en una relación tiende a desaparecer la amistad y se empieza a apagar la llama ardiente del amor. También podrás encontrar 4 valiosos consejos para evitar que esto suceda y así lograr que la relación siga siendo interesante y agradable.

¿Por qué se debilita la amistad cuando estás en una relación?

Cuando te has hecho amigo de una persona, existen algunos elementos que dan lugar a la formación de ese vínculo afectivo tan estrecho y que hace que la amistad se conserve con el transcurrir del tiempo:

• Existen intereses en común: Encuentras que tu amiga tiene gustos similares a los tuyos y eso abre la posibilidad para compartir espacios y actividades juntos. Con esto, se crean puentes a través de los cuales pueden avanzar en el conocimiento del otro.
  También, llegas a sentirte identificado con esa persona porque puedes verte reflejado en ella y en los gustos que comparten.
• Tienen personalidades complementarias: Una amistad logra mantenerse gracias a la capacidad de apreciar y respetar las diferencias que existen en la personalidad de cada uno de los dos. De manera que tú te diviertes con los gustos que tu amigo posee y él también halla placer y deleite en gran parte de las cosas que a ti te gustan.
• Se apoyan incondicionalmente: Un verso de la biblia dice: "hay amigos más fieles que un hermano"; y es que en la amistad existe un ánimo infatigable y constante por ayudar al amigo sin importar cuál sea la situación en la que éste se encuentre. Sabes que puedes acudir a tu amigo en cualquier momento en busca de ayuda, sea que se trate de algo simple como Cambiar una bombilla o hasta para algo muy importante como un viaje o un negocio.
• Se percibe libertad y hay lugar para la espontaneidad: Cuando eres amigo de alguien, no tienes exigencias que satisfacer, no hay restricciones que te limiten para seguir viviendo la vida que llevas; en general, te sientes libre y eso hace que una amistad sea un vínculo tan placentero y confortable. Además, puedes tener la tranquilidad de que al hacer alguna locura que brote de tu espontaneidad, tu amigo no va a disolver su amistad por ello, antes bien, es muy probable que él participe de tu plan con entera complicidad.

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Si tienes alguna amiga o amigo al que conoces desde hace muchos años y aún se conserva la amistad, sabes que el tiempo no disminuye la calidad de esta relación; por el contrario, la hace mejor.

Pero misteriosamente, muchas personas que un día fueron excelentes amigos y luego se dieron la oportunidad de tener una relación más exclusiva y en un plano más íntimo, por alguna razón, dejan que su amistad se debilite. Ahora, más que amigos, parecen un par de extraños que conviven juntos y se toleran respetuosamente.

Veamos a que se debe esta situación:

• Convivencia: La convivencia parece arrojar una carga pesada sobre ambas partes. Aunque tal vez muchos esgriman una "lógica explicación" para esto: Se han adoptado responsabilidades y, en el rol que asume cada uno, hay exigencias que se deben satisfacer. El problema aparece cuando uno de los dos (o ambos) no cumple con lo que se esperaba de él. A esto se suma la insatisfacción que se deriva de la mala distribución que se hace de las responsabilidades y por las descomunales expectativas que se tiene de la relación. Mientras el hombre espera que su mujer sea una ama de casa excepcional que se ocupe con excelencia de los quehaceres del hogar, ella conserva la esperanza de que él siga siendo tan detallista y romántico como cuando la conquistó. Al final, cada uno se sumerge tanto en el cumplimiento de sus deberes que llega a pensar que esto es todo su deber para con la relación. 
  
• La rutina: Una pareja que le ha cedido terreno a la rutina, tarde o temprano experimentará aburrimiento, falta de interés por las actividades o planes en común, también habrá una disminución significativa en la calidad de la comunicación. En consecuencia, la relación se irá deteriorando progresivamente hasta que a ninguno de los dos le proporcione algún tipo de satisfacción. Llegado ese momento, ya no estarán unidos por amor sino por costumbre.
• Mecanización: Pareciera extraño, pero es que este término describe en forma acertada lo que sigue a la rutina. Empiezas a parecerte a una máquina que realiza de forma automática y mecánica muchos actos. Hablas de los mismos temas con tu pareja cada día, se realizan las mismas preguntas, miran los mismos programas de televisión, hacen las mismas actividades cada semana, etc... Se han cerrado las puertas a la innovación y la aventura, y ya no ocurre nada emocionante ni divertido que los haga sentir vivos
• Choque de intereses: Resulta paradójico que aquellos intereses que al comienzo despertaron atracción, ahora sean el detonante de frecuentes conflictos. Con el transcurso del tiempo, y sumado a lo antes mencionado, cada uno deja que resurja su pequeño lado egoísta y ahora se empieza a buscar la satisfacción propia y personal sin importar demasiado lo que sienta o piense el otro. A medida que uno de los dos trata de progresar para lograr la realización de sus intereses, el otro se ve sometido e incluso puede llegar a postergar su felicidad para no poner en peligro la relación.

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3 consejos para que la amistad se mantenga viva y el amor no se debilite

Muchas personas que han pasado por esta situación piensan que toda relación llega a ese punto de forma inevitable y que no hay nada que se pueda hacer para cambiar esto. Sin embargo, debo manifestar mi total desacuerdo con ellos, porque la psicología ha mostrado que si es posible llevar a cabo cambios sencillamente teniendo la guía adecuada. Por eso, voy a compartir contigo los siguientes consejos:

1. Acojan el romanticismo: No permitan que el romanticismo que impregnaba vuestra relación se desvanezca por ningún motivo. Destinen un día de cada semana para hablar en forma íntima de todo lo que quieran. Puedes pensar que es una cita en la que hasta ahora se están conociendo, pero de la que esperan salir enamorados (nuevamente). Actúen sin prejuicios ni temores. Siéntanse libres de decir y hacer lo que se les ocurra durante ese momento. Recuerda que buena parte de la felicidad está en la espontánea locura de ser como niños.
   También puedes poner en práctica alguna de estas ideas románticas; seguro que serán una grata sorpresa que te permitirá demostrar cuanto te importa tu relación y cuanto amas a esa persona.
2. Revivan la complicidad: Seguramente, de las experiencias más agradables que se viven con un amigo son aquellas que conllevan riesgo y aventura y en las que ambos se han aliado para disfrutar. No dejes que esto desaparezca en tu relación. Organiza actividades divertidas con cierta regularidad y haganse cómplices en ellas para divertirse y aprovechar al máximo vuestra compañía. Piensa que nada de eso sería interesante o no tendría emoción si no tuvieras a tu bello cómplice o a tu linda aliada para hacerlo.
3. Consoliden una óptima comunicación: ¿Qué te hace pensar que ahora no hay mucho de que hablar solo por que llevan años de casados, cuando antes no podían dejar de hablarse el uno al otro? Tal vez ya no tenga la misma emoción hablar de sus pasatiempos, de sus gustos y de su personalidad, porque esos temas ya se trataron; pero eso no significa que no haya cosas nuevas que tratar. En los espacios que te mencioné en el primer consejo (y siempre), es muy importante que hablen con confianza y sinceridad de todo aquello que les molesta del otro o de sus sentimientos más íntimos, siempre evitando hacer reclamos o acusaciones para que la conversación no se convierta en una discusión. También pueden decidir previamente un tema sobre el cual debatir. Verás que el tiempo se les irá de prisa y desearán muchos "minutitos" más para seguir hablando.
4. Practiquen la regla de oro: Este consejo quizá sea el más importante. Recuerda que tu pareja es única e irrepetible y es muy especial solo porque te concedido el grato honor de compartir su vida contigo. Por eso, ámala y respétala como al más preciado tesoro de tu vida, y sobre todo "haz con ella, como te gustaría que ella te tratara a ti" 

Todo esto busca fortalecer el amor, que es el componente principal para que tu relación tenga éxito.

Cuéntame en los comentarios que tal te ha parecido este artículo y, si recuerdas a un amigo o amiga muy significativo de tu infancia con el que aún conserves la amistad, deja tu experiencia aquí abajo.